El 87,9% de las empresas industriales considera crítica la colaboración para desarrollar su actividad, tal y como pone de manifiesto el Informe amec de Coyuntura. “Al colaborar, podemos acelerar la innovación, superar barreras y conseguir avances disruptivos que impulsen nuestras empresas y toda la industria hacia delante”, explica el presidente de amec, Pere Relats. Esto es debido a que “cuando nos unimos como industria, compartiendo conocimientos, recursos y experiencias, creamos un ecosistema en el que todos nos beneficiamos”. Por ello, Relats hace un llamamiento para que las empresas industriales “fomenten la cultura de la colaboración dentro de sus organizaciones y en la industria en su conjunto”.
Y es que aún queda mucho camino por recorrer: en la práctica, el 86,8% de las empresas se enfrentan a algún tipo de barrera para establecer relaciones de colaboración. Las principales dificultades son identificar a posibles buenos socios (50,6%), las diferencias en la cultura empresarial entre las empresas que podrían colaborar (39,2%) y que los objetivos de la colaboración sean comunes (34,2%). Este hecho ha llevado a dedicar el Fórum amec de este año, con el título La colaboración no es el objetivo, sino el medio para conseguirlo, a focalizarse en la colaboración y en cómo llevarla a cabo de la mejor forma.
Ante el actual entorno VUCA y la necesidad de acceso a conocimiento especializado, “la colaboración ya no es una opción”, afirma la Dra. Heidi K. Gardner, consultora de distintas organizaciones y presidenta y profesora de la Facultad de Negocios de Harvard. Hay más talento fuera de nuestras organizaciones que dentro. Pero “no se trata sólo de estar bien conectado, sino también de utilizar de manera inteligente estas conexiones”, remarca. Para llevar a cabo colaboraciones fructíferas es preciso dedicar tiempo y recursos. Si se busca un beneficio a corto plazo es fácil que la asociación zozobre, explica el consultor y experto en Liderazgo y Cultura Organizacional, Jordi Alemany. “Se dice que colaborar es costoso… Pero ahora es una necesidad, y hay que invertir en colaboración. Como cualquier otra inversión que hacemos en la empresa, las hay que salen bien y, otras, menos bien”, explica Joan Manel Casamitjana, CEO de Picvisa. Para Casamitjana, una forma ágil de internacionalizarse es colaborar con una empresa de otro sector que se dirige al mismo mercado.
Precisamente, el Fórum amec ha servido para conocer casos de colaboración en los que las empresas se han ayudado mutuamente para alcanzar nuevos mercados, acceder a talento, compartir capacidades y crear nuevas soluciones disruptivas. Pero colaborar no es siempre fácil.
Cultura de la colaboración
Un enemigo de la colaboración es que “educamos para crear egosistemas con individuos que compiten, en vez de ecosistemas”, remarca Alemany. El experto ofrece las claves para fomentar la cultura de la colaboración: dentro de la propia organización, “promoviendo el intercambio de opiniones entre nuestros equipos y premiando la innovación”. Y, externamente, “formándonos en entornos y eventos ajenos, capturando innovaciones y colaborando con clientes y proveedores”.
Juliana Dorn, directora de Márqueting en Isotubi, constata que para colaborar de forma idónea con otras empresas u organizaciones, “primero hay que hacer un trabajo previo en el equipo interno, preparándolo en su entorno próximo”. Exel Fil lleva a la práctica este mismo entrenamiento interno incentivando los logros, pero no los individuales, sino que valora el resultado de todo el equipo. “De forma inconsciente, lo que sucede es que unos se ayudan a Este espíritu de ayudar al otro es igual de importante que se manifieste entre empresas. “Es esencial gestionar las expectativas de la relación, centrándola en el propósito de la colaboración y no tanto en las ganancias, que ofrecen una base débil a la colaboración. Hablar y establecer una relación de confianza fortalecerá desde el inicio la alianza”, incide Josep Medina, CEO de Manusa. La confianza mutua es un factor que han destacado todas las personas ponentes en el Fórum amec que han colaborado, así como tener un fuerte compromiso de querer llevar a cabo un proyecto y de hacerlo contando con tiempo, paciencia, generosidad y perseverancia. “Los ejemplos entre empresas miembro de amec muestran que la colaboración no es una transacción, se trata de construir una relación a largo plazo, en la que lo más importante son las personas”, concluye el director general de amec, Joan Tristany.
